¡
Ke a nadie le kepa la menor duda,
hemos logrado como MOVIMIENTO ESTUDIANTIL (ME) UNIDO, con el respaldo del
pueblo colombiano, lo ke nunca antes ningún sector social había logrado, esto
es, ke la vetusta camarilla de sakeadores que durante sucesivos gobiernos, ke
de antaño venimos padeciendo las colombianas, diera un paso atrás en su ansia
capitalista desaforada... "Pueden marchar todo lo ke kieran..., pero la
reforma va por ke va" fueron las palabras de la avanzada del
Neoliberalismo colombiano en cabeza del presidente Santos, hace menos de 15 días.
Hoy le decimos, señor presidente, MARCHAMOS TODO LO KE KICIMOS Y LA REFORMA LA TUMBABAMOS
PORKE LA TUMBABAMOS, SU REFORMA, SEÑOR PRESIDENTE, USTED NO LA RETIRÓ, LA TUMBÓ
EL GRAN MOVIMIENTO ESTUDIANTIL, Y ESO KE APENAS EMPIEZA A ENACER, COMO EL AVE
FENIX.
CON ACIERTO, LA COORDINACION DE
LA MESA AMPLIA NACIONAL ESTUDIANTIL, LA MANE, HA SABIDO, HASTA AHORA, MARCAR
LOS TIEMPOS PARA LA ACCION EN TODOS LOS ESCENARIOS, SUPO MARCAR EL RITMO Y
COMPÁS DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL KE HOY, COMO NUNCA, SE MUEVE..., EN VERDAD SE
MUEVE.
Sobre lo ke hemos conseguido
Se mueve, y les confieso, yo aún
no me lo creo. No obstante, no es tiempo de aflojar
compañeros, ni de descreer de lo
ke podemos seguir logrando. Ese paso atrás ke el gobierno Santos da, puede en
un futuro inmediato transformarse en un paso para tomar impulso, o puede ser
una simple maniobra de distracción, una fingida muestra de debilidad para que,
porfiados en un aparente triunfo, nos tome desprevenidos. No podemos olvidar ke
estamos ante el ministro de los falsos positivos.
Por estas consideraciones y
otras, es preciso plantear un análisis sobre nuestra victoria, no por la sola y
vacía intención de ponerla en duda, como desprevenidamente pudiera llegar a
leerse por algún ánimo autocrítico o malintencionado al interior de nuestro
Movimiento y su elemento coordinador nacional por excelencia, la MANE. La
crítica es bienvenida, lo otro es despreciable.
Acojamos la crítica como insumo
para el análisis y no perdamos tiempo en lo despreciable, desechémoslo sin más.
Se ha dicho por parte de algunas
compañeras, entre ellas por mí misma, con fervor autocrítico honesto, válido,
ke no estamos ante un triunfo definitivo, ke el retiro del proyecto de Reforma nos
deja con la ley 30, ke todo está dentro del cálculo del gobierno, ke es una
jugada para dispersarnos..., y unas cuantas cosas más, bastante desatinadas y
hasta desagradables, se han dicho sobre uno de nuestros logros como Movimiento
y MANE. Mucho de esto puede ser cierto, a lo mejor lo sea. Y si lo es? Por la
sola sospecha de ke pueda serlo, es preciso analizarlo en prospectiva. Ello
determinara en buena parte nuestro paso a dar.
Es claro ke volveremos a clases,
ahora o en algún otro momento, bajo el gobierno de la ley 30. No nos kejemos,
ella, la ley 30, en gran medida ha determinado el despertar del ceniciento sueño
del Movimiento, tanto como la misma Reforma, el presidente y su ministra. A la
ley, a su reforma, a ella y a él, gracias, infinitas gracias... Aunke es broma,
también tiene de cierto si consideramos esa especie d norma social por la cual
las personas nos identificamos con más facilidad y prontitud ante una desgracia
en común o compartida, necesidad o atropello, ke, a propósito, delante de un
acierto o victoria en grupo. Por fortuna esa identificación en la afectación
llevó a las estudiantes a trabajar unidas y unidas estamos haciendo logros.
Volviendo al punto, huelga decir ke
estamos en ley 30. EL trabajo está por delante, bien lo
sabemos, crear nuestra propia ley
de educación para los próximos decenios, y para ese trabajo rekerimos todas las
garantías de un gobierno en el cual no confiamos, por sobradas razones ke no
viene al caso mencionar otra vez. No, no confiamos en el gobierno Santos.
Sobre Santos y su gobierno
Cifrados en esta desconfianza es
posible plantearnos, como ejercicio de análisis, los distintos escenarios
hipotéticos ke el gobierno Santos valoraría, en su momento, para tomar la
decisión de retiro: 1. Evitar una convulsión social mayor y/o 2. Desmovilizar
al estudiantado y/o 3. Conservar su poder, popularidad y carácter de
democrático ante la opinión pública y/o 4. El escenario de menor pérdida
presidencial.
Creo ke está de más explicar los
3 primeros. Más adelante desarrollo un poco el 4. Lo ke me interesa destacar es
ke ninguna de estas consideraciones ke pudiera haber hecho Santos involucra o
trae consigo una voluntad democrática o de diálogo. Ningún presidente, y remotamente
un Santos estrenando cabeza de Cano, admitiría una derrota, no lo ha hecho, y
no hace falta ke lo haga, el país entero lo ha reconocido y con eso nos basta
por ahora. Ningún presidente, menos un Santos, kiere dialogar sobre su forma de
gobernar, o admitir condiciones para hacerlo, o echar para atrás una medida ke
profundice el tono neoliberal de su gobierno, como tuvo ke hacerlo al reversar
su Reforma, y si lo hace es por la conservación del statu quo, porke de alguna
u otra forma su poder de imposición, por las armas o el medio que sea, se mostró
ineficaz para aplacar o disminuir toda y cualkier fuerza desafiante ke
amenazare la detentación del poder, la normalidad, el orden, etc.; me refiero
al caso del Movimiento Estudiantil, este logra cuestionar ese poder,
brillantemente, sin comprometer el monopolio de la fuerza del Estado, desarma
al policía sin agredirlo, casi ke lo pone del lado de la causa popular, no le
da excusa alguna para el uso de la violencia, lo rinde, el ME consigue poner en
duda toda la capacidad del Estado. Toda la maquinaria represiva del Estado,
armada, simbólica, legal, kedó inmóvil ante el avance del ME. Aunke lo intentó,
de entrada el Estado ejerció su papel histórico por excelencia--y lo volverá a
hacer en cuanto el ME salga del foco de atención de la opinión pública, hay ke
estar alertas--, el Estado aterrorizó al pueblo para llevarlo al kietismo, pero
no lo logró con nuestro Movimiento. El asesinato de Jan Farid Chen Lugo,
compañero de la USACA, conspiraciones contra la UTP en Pereira, arremetidas
violentas contra la universidad como sucedió con la de la U de Pamplona, la
granada lanzada contra el pupitrazo en la U del Valle en Cali, militarizaciones
de los campus como el de la UIS, la U de A, detenciones arbitrarias, descalificaciones
hacia el ME por medios masivos, comerciales de televisión, radio y prensa ke faltaban
a la verdad con desfachatez absoluta, son apenas algunas expresiones de esa
guerra sucia estatal. Pero nada pudo esos ingentes esfuerzos del gobierno por
deslegitimar al ME y su causa. Fue el mismo ME el ke se dio la oportunidad de
obrar como poder popular, sin representaciones, de imponer condiciones al
impositor, de reclamar la justeza y la constitucionalidad en el actuar del Estado,
de exigir el resarcimiento de las ofensas y daños causados en la integridad
física y moral de las personas y la comunidad universitaria, de potenciar el
carácter político de nuestra lucha desde la corrección de esas injusticias como
escenario para un eventual diàlogo con el gobierno. Pero no lo hizo. Fallamos.
Lo que se configuraría como una segunda gran derrota sumada al retiro de la
Reforma, no sólo para un gobierno sino para un estado arbitrario de cosas, o
stablishment, contra el pueblo, estuvo--o está--a punto de convertirse en el
más estrepitoso fracaso en la historia del ME, si este no replantea su lectura
del momento y del paso a dar hacia adelante, ke no puede ir desligado de las
reivindicaciones en causa de la
justicia. Además, porke en gran medida la atención sobre los casos puntuales de
abuso estatal antes señalados, viene a ser una especie de blindaje contra la comisión
futura de los mismos por parte del Estado, más aun si nuestra Movilización
continúa.
Lo anterior sirve de materia para
un ejercicio dialéctico ke debe ser incorporado como
aprendizaje hacia futuras
acciones.
Sobre lo objetivo y lo subjetivo del ME
Cuan grande ha sido el logro
inicial del ME, cuan grande puede ser su derrota. A causa de condiciones
objetivas externas y/o subjetivas internas al ME. Las objetivas, referidas a
imposiciones o medidas del
gobierno, a los medios, a la opinión publica, etc. Las subjetivas ke, actualmente,
tienen ke ver con las posturas contrarias no atendidas en el rigor del debate sesudo
y argumentado entre las partes ke expresan opiniones distintas sobre algún
tema. Ke nuestro Movimiento se mueva, depende de estos dos factores, de la
capacidad interna para hacerlo y de las causas externas. La relación entre esos
dos elementos viene cifrada, en gran medida, por una lucha de contrarios: el
gobierno hace todo por acallarnos, por akietarnos; nuestra subjetividad de
Movimiento debe hacer todo por avanzar, por decir, hacer, por movernos. Pero, a
su vez, nuestra facultad de movilización (para movernos y hacer ke todo se mueva)
depende, de manera importantísima, de las fuerzas al interior del Movimiento.
Fuerzas como la fuerza de organizaciones estudiantiles, cuya visión objetiva de
la realidad de la educación y las condiciones sociales de nuestro país les da
para fundar la MANE con una plataforma política como la del Programa Mínimo de
las Estudiantes, ke tiene ke ser enrikecida por todas nosotras. O como la
fuerza de los, indebidamente denominados, «independientes», que han aportado al
crecimiento de la MANE y fortalecimiento del ME, con su entrega y labor
desinteresada, tanto como esas organizaciones. Con estas y tantas otras fuerzas
dispersas, ke aunke no se vean se sienten, ke van desde grupos hasta individuos
ke con tesón han asumido el deber de defender la Educación, proponiendo, marchando,
cantando, bailando, flashmobeando, leyendo, escribiendo,
filmando, creando paginas web, clips de video, inventando formas de conseguir
dineros para el desarrollo de actividades, reproduciendo información,
consiguiéndola, yendo a los barrios, armando foros, encuentros, carnavales, conciertos,
pintando paredes, carteles, chapoleando, implementando desprevenidamente infatigables
horas de sus días por esta gran causa. Todo ello por mencionar apenas unos aspectos
de esas fuerzas internas ke, bien canalizadas, resultan en la sinergia de
acciones consensuadas ke fortalecen la unidad y desarrollan nuestros objetivos.
Sobre la noche del 12, algo ké aprender
No obstante, hay ke decirlo, dos
documentos han surgido de la reunión de emergencia de la MANE del sábado 12 de
noviembre, firmados, el uno como «Mesa Amplia Nacional Estudiantil-MANE-» (al
que me referiré como la «Declaratoria»), y el otro como «Estudiantes de la MANE
con Disensos" (al ke nombraré «Comunicado»); estos documentos, el primero
de circulación abierta en los medios de comunicación, el otro reservado al
interés de las comunidades universitarias, contienen puntos esencialmente
distintos y uno en especial en el ke los dos textos se contraponen, tiene ke
ver con la metodología para construcción de ley y construcción de ley, pero
pueden ser, en este tópico, reconciliables, más adelante los citaré. Esos
documentos son el resultado de una indebida canalización de esas fuerzas, tanto
por parte de kienes tienen la misión de diseñar y administrar los escenarios de
encuentro y discusión, como por parte de kienes participan en ellos. Fácil e
irresponsable, por demás irrespetuoso con los compañeros, sería señalar un sólo
responsable de esa situación. No se trata de encontrar culpables, sino de distinguir
el problema para proceder a solucionarlo. Y el problema no se limita a
descalificar al otro por una diferencia de opinión, como se pretendió hacerlo
de parte y parte al proferirse epítetos como vendidos, entregados,
politikeros, etc., de un lado; y del otro, santistas, paracos,
estúpidos... No. Y ni kédecir de las agresiones de contacto físico.
Tampoco resuelve el problema
sectorizar el auditorio, ni el Leon de Greiff, ni el pais universitario, en el
ke se discute, para superar falazmente la diferencia a punta de chiflidos y
aplausos, de ofensas y señalamientos, o mensajes anónimos contra compañeros
voceros de Bogotá u otros; en favor y en contra de una u otra postura
confrontadas. En esa noche del 12 de noviembre en el “León”, todo acudió, cual orquestación
macabra premeditada por una mano invisible, en contra del consenso--muchos aún
creen ke de Santos fue esa mano, yo prefiero pensar ke fue la falta de manos
unidas por un mismo fin--; incluso, la votación como colofón de la tragedia,
con la cual se cerró la nefasta noche de las ideas silenciadas, antes ke
una expresión democrática, no fue sino el sello de la imposición de una mayoría
sobre una minoría. En un escenario de construcción colectiva estudiantil no
puede pasar ese tipo de democracia capitalista, personalmente no estoy dispuesto
a competir, ni a acudir a la mayoría para desoír, acallar, ignorar, desconocer,
pormenorizar la voz de uno sólo de mis compañeros, de una sóla de mis
compañeras. Entiéndase, no digo ke en alguna circunstancia puntual no tengamos
ke acoger una votación para dirimir entre dos o más posturas recurriendo a las
mayorías, lo ke reprocho es ke se recurra a la votación, como se recurre al
aplauso y al chiflido, como un arma para silenciar los argumentos, para
evitarnos el arte del pensamiento constructivo colectivo y, así, imponer, sin
someterla al debate serio, una de esas posturas.
Además, soy enfático al resaltar
que No es cierto ke no se hubiera podido conseguir el consenso, de hecho se
había logrado ya sobre cuestiones de mayor calado, lo que faltaba era poco y se
podía conseguir. Es más, sobre el tema de la deuda del Estado con la
Universidad Pública, de si debería relacionarse dentro o por fuera de las
garantías, la prueba de que el consenso era posible está registrada en ambos
documentos, toda vez ke en ambos aparece ese tema por fuera de los puntos
relacionados a las garantías de levantamiento o suspensión del Paro. Compárese
punto 3 de la Declaratoria y punto 7 del Comunicado del disenso, en ninguno de estos
puntos, ke recogen las garantías o condiciones para suspender el Paro, se
relaciona lo de la deuda.
De nosotras unidas como
Movimiento, en el seno de la MANE, depende ke termine esa noche,
no prolongarla con personalismos de ningún tipo. Ahora bien, esto no kiere
decir ke neguemos o desconozcamos lo que ha sucedido. Entonces hay ke
tratarlo exhaustivamente.
Empiezo por el tema puntual del
cambio de momento político. No es mucho lo ke tengo ke decir al respecto. Ké
necesidad había de discutir sobre este asunto en lugar de hacerlo sobre las
tareas y propuestas metodológicas a desarrollar en la etapa pos-retiro de la
Reforma? Digo, ke si planteamos la urgencia de definir tareas y propuestas, de
suyo se entendería la lectura del momento político en ellas. Al fin y al cabo,
muchas personas llevamos propuestas con anterioridad trabajadas, listas para
ser presentadas, en este sentido, el del ké-hacer político, una vez retirada la
Reforma.
Lo anterior lleva necesariamente
la discusión sobre las garantías o condiciones para la suspensión o
levantamiento del Paro. En lugar de atender este debate, ke es propio de lo objetivo,
se desvió la atención hacia si se debía levantar o mantener el Paro. Lo que fue
un errado enfoque de la cuestión, pues el levantamiento o suspensión debió
ser el resultado de definir las garantías que tendrían ke ser cumplidas
por el gobierno, y no al contrario, como efectivamente ocurrió, lastimosamente.
Esto generaría retraso en las labores, desavenencias y otros resultados
indeseables. Esta inversión de la problemática causó ke, cuando mucho, las
garantías kedaran, en medio de ese debate sobre el levantamiento o no,
como un mamarracho, una idea difusa, palabras huecas ke para nada guardan
el sentido de nuestra Movilización ni de nuestras reivindicaciones, las “garantías”
para levantar el Paro kedaron así inscritas en el punto 3 de la Declaratoria
Política de la MANE del 13 de noviembre de 2011. Son apenas un accesorio
prescindible, fuego fatuo, son, de hecho, una disminución en el carácter
político de nuestro ME, esas garantías kedaron, de este modo, escritas así so
pretexto de moderar el acento de la lucha para no kedarnos sin el apoyo
del público, porke nos juzgaran «intransigentes», etc., como argumentaron
algunos compañeros.
Debemos recuperarnos de este
autogolpe, fruto de la inmadurez en el debate o de la pubertad de nuestra
MANE.
Por otra parte, kedó lo
subjetivo, la necesidad de replantear los mecanismos de participación
en la MANE debido a fallas en la convivencia comunicativa ke imposibilitó
el debate sobre el tema ke teníamos por tarea en la sesión de emergencia
de la MANE del 12 de noviembre: el tema de las garantías como segunda
condición al gobierno para suspender o levantar el Paro, como ya
lo mencioné.
Autocrítica
Retomo el punto 4, el de
escenarios posibles dentro del cálculo del gobierno. Su cálculo pudo haber
sido: es mejor dar el brazo a torcer ahora y no tener ke kedarse sin brazo
después, así ello dé la apariencia de debilidad, de falta de gobierno,
incluso de derrota; no se debe llegar a una negociación con la capacidad y
fuerza disminuidas, se sale perdiendo todo al final. Tal parece fue la
lectura de Santos. Me pregunto si en ese escenario de las menores perdidas para
el gobierno, este guardaba sikiera la esperanza de ganar algo, ya no de
perder lo menos posible. Lo digo porke desde mi punto de vista ha ganado:
echó un taco de dinamita al estanke en la oscuridad, retiró la ley casi
inmediatamente después de retar al ME y declararnos la guerra, con
la diplomacia propia de su clase rola Club Colombia, para luego, sin ver
ni saber nada, descreído de alguna posibilidad, extendió su brazo portando
en la mano la red, a esperar, por si acaso, a ke cayeran pescados en ella,
producto de la explosión... Ya lleva tres en su jaima, a saber: 3a, 3b y 3c de
la Declaratoria Politica de la MANE.
3a: «Retiro» sin acotar la no
presentacion de nuevo, la no aprobacion por ningun medio, la
no presentacion de una iniciatia del gobierno: primer pescado en su red.
El gobierno retiro su Reforma
para guardarla pa' despuecito, esperando comer lechón en algún diciembre
del 2012. Por ahora está trankilo con pescado. Mantiene bajo el brazo el
proyecto de Reforma, mi esperanza la cifro en ke al ponerlo en esa mesa de
«diálogo» sobre la metodología de construcción de ley, ese papel, en lugar
de su diciembre, sea nuestro florero de Llorente del 20 de julio.
3b: Creación conjunta entre
gobierno y universidad de una metodología para la construcción
de propuesta de ley. Lo que amenaza seriamente con hacer metástasis hacia
una mesa de negociación prematura y, peor, sobre el articulado del proyecto
retirado: segundo pescado en su red. Cuando la expectativa era ke
estudiantes y sociedad forjaran esa metodología, el gobierno sólo seria un
garante de ese escenario de participación.
3c: «Garantías», como un saludo
de civil a la bandera, nada que el Estado no «garantice» desde tiempos de
la Constitución del 91, o antes, y otros papeles de ley: pescado numero tres.
Buena pesca para kien no
esperaba, sino, no perder el brazo al tratar de pescar con pólvora.
Ante tal panorama, me pregunto:
Ké paso con «por nuestros muertos...», con los compañeros detenidos, las
universidades cerradas y plagadas…, ké pasó con todo? Acaso estas exigencias
no constituyen un acto político, como tal, digno de ser reivindicado,
acaso estas exigencias como garantías nos alejan de nuestro objetivo,
acaso el fin no lo construimos desde nuestros propios medios? Ké valor
tiene exigir lo ke de antemano ya nos habían ofrecido. Si revisamos la
prensa tirada antes del 10 de noviembre, posiblemente concluiremos ke nada
de lo ke aparece como garantias en la Declaratoria de la MANE del 13 del
mismo mes, no estaba ya ofrecido por el gobierno. Nos faltó realismo,
exigimos--pedimos--apenas lo posible. Apenas lo necesario para caer en la
red, como un pescadito más.
Ahora nos moveremos en el
escenario enemigo, propiciado por el gobierno para el «diálogo",
obtuvimos, porke tan sólo eso pedimos, en lugar de garantías, promesas
vacías: un día después de ke la ministra Campo asegurara ke los estudiantes
tenemos todas las garantías, el Esmad de la Policía ya amasaba compañeras en la
UTP, en Pereira, cuando trataban de juntarse en Asamblea.
Ah, también obtuvimos, en apenas
un mes, una cita en Casa de Nariño, o con su inkilino principal.
Santos pasó, de perder poco, en
la expectativa del gobierno, a ganar con el punto 3 de la
Declaratoria. Mas sosegaos
compañeros, no le entregaremos tan fácilmente lo ke hemos logrado y
logrado mantener: el respaldo de la gente y la opinión pública, ni mucho menos
nuestra unidad, ni nuestro sueño de una educación para el pueblo
colombiano, no obstante la trampa en la ke hemos caído; a saber, el cambio
de escenario, de pelear con inteligencia en las calles, nuestro taller por
antonomasia para la política, ke tan olvidado teníamos, a hacerlo en una
mesa nada amplia, a cuya cabecera estará el gobierno.
Es importante, en este momento
del análisis, detenerse sobre formas argumentativas
desproporcionadas ke se
expresaron en la MANE de emergencia de ese 12 de noviembre. Algunos
compañeros reclamaban la importancia de realizar tal o cual acción,
cifrados en la necesidad de llenar las expectativas del país. «El pais
esta esperando una respuesta de nosotros..., no le podemos kedar mal...,
no podemos mostrarnos intransigentes..." Estos son ejemplos de
desproporción en tanto ke nadie podía tener los suficientes elementos de
análisis para poder definir ké era lo ke «el pais deseaba», en este
aspecto se oían muy similares a las expresiones propias de la demagogia
de las cámaras del Congreso de la República. Cómo podríamos llegar a saber
cómo evaluaría la ciudadanía la decisión ke en la MANE se tomara ante la
promesa de Retiro de Santos. A lo sumo podríamos decir ke serían dispares
las opiniones en el país, hasta ese momento. Cualkier decision sería azarosa.
Nunca le encontré razón alguna para el afán de algunos compañeros. Por ké no
esperamos, al menos, una semana para consultar en las regiones sobre la
respuesta a dar al pais? Si mal no recuerdo, muchas universidades nos
tomamos nuestros días para entrar en Paro una vez radicada en el Congreso
la Reforma, cuál era ahora la prisa por decidir a tan sólo un par de días
de un pronunciamiento del gobierno sobre el retiro?
También se mezclaron, sin
distinción alguna, dos conceptos bien diferentes entre sí a la hora
de argumentar sobre la necesidad de hacer un pronunciamiento de la MANE de
emergencia. A saber, una cosa es el respaldo del pueblo--atención: las
asambleas son voz del pueblo, de ese pueblo reunido en ellas--y, otra bien
distinta, es la de contar con el favor de la opinión pública. Aunke lo uno
puede ser causa de lo otro y viceversa, nuestro deber moral es ke lo
segundo sea consecuencia de lo primero. Recordar por ejemplo el recurso
mediático, farandulero y culebrero por el cual el ex, Uribe, mantenía el
rating entre los ke más alto tenian las tazas de pobreza. No es sano
ejemplo ese ke nos dio, el patrón de los patrones, ese de tratar de
remplazar el estado de derecho por el estado de opinión. O la realidad por
mentiras de televisión.
Parte de nuestro acierto, entre
tantos, ha sido fomentar la lucha por el derecho a la educación como una
lucha y derecho del pueblo todo, la combinación de todas las formas de la
imaginación ha logrado hacer visible esta lucha de manera alegre,
agradable, atrayente. Hemos logrado el impacto mediático a partir del
trabajo honesto ke empezamos ya, por fin, a dirigir hacia la comunidad en
general, en los barrios, escuelas, colegios, hogares. Pero también a partir de
una adecuada e inteligente forma de movilizarnos. Esto hay ke seguir
incentivándolo y llevándolo a cabo como clave para avanzar con el respaldo
de la gente. El trabajo con la gente, pensando en ella, produce su
respaldo y, entonces, su opinión favorable al ME.
Ké se puede esperar de las
intenciones del gobierno Santos. No mucho. Por eso es preciso
fortalecer la capacidad
propositiva, de resistencia, paciencia y movilización del ME, porke en
el momento en el ke se rompan los acuerdos, será imperioso desplegar toda
la fuerza exhibida del ME, reforzada con la unión del pueblo colombiano.
Conclusión
Finalmente, o casi, hago
explícito uno de los propósitos de este corto balance. Identificado el error,
no podemos caer en otro. Acoger o respaldar uno de los documentos surgidos
de la MANE del 12 de noviembre, implica desconocer un grupo de compañeros
de distintas partes del país, con propuestas justas, a lo mejor unas menos
inteligentes ke otras, pero ke tienen ke ser atendidas y definidas en
escenarios de deliberación como las Asambleas, MALES, MANE y otros. Sea cual
sea el documento ke como Asamblea de la Universidad del Valle lleguemos a
acoger, estaremos cometiendo una arbitrariedad, nuevamente. No lo hagamos.
No decidamos entre uno y otro documento. No nos limitemos a una de las dos
lecturas, cuando es posible hacer la nuestra. Eso por una parte. Por otra,
es posible construir un tercer documento como sinergia entre los dos,
atendiendo las opiniones y necesidades propias de la comunidad univalluna,
sin descuidar el contexto de lo nacional.
En esa medida, al hacer lectura
atenta de la Declaratoria y del Comunicado del disenso, es
posible encontrar puntos de
conexión, por ejemplo, ke el punto 7 de este último documento,
desarrolla el punto 3 del primero
al ser más específico. Aunke es bien clara la diferencia, como ya lo
mencioné, en la garantía respecto a la construcción de la metodología para
generar propuesta de ley y para la construcción de ley (punto 3b de la
Declaratoria contra punto 7b del Comunicado), es un asunto sobre el cual
podemos seguir discutiendo hasta generar una postura en común que se llevaría
a la próxima MANE en Manizales, este 03 y 04 de diciembre.
Igualmente, dados los
asuntos internos o subjetivos del ME y de la misma MANE ke debemos tratar,
de los cuales se relacionan algunos en el Comunicado del disenso, también
es urgente ke la Asamblea de Univalle aporte con propuestas en vía de dar
solución a los problemas de esta naturaleza. Para ello, se debe acoger las
propuestas, entre otras, de diseñar una (re)estructura de coordinación para la
MANE y un mecanismo de participación en sus sesiones; como también,
puntualmente, la de elección de sus voceros nacionales, empezando desde ya
por la elección de voceros regionales, para lo cual es preciso acordar el
mecanismo para determinar esas vocerías.
Es innegable ke algo delicado ha
ocurrido tanto objetiva como subjetivamente con nuestro ME y, en especial,
con nuestra MANE. Por una parte acudimos presurosos, MANE de emergencia
para dar una respuesta al gobierno, acelerados, abandonamos nuestro
pausado andar, el de nuestros tiempos y ritmos, mismos ke la ciudadanía
celebraba con paciencia y alegría al vernos andar las calle. Cuál fue
el afán? En ké momento no importó la opinión de nuestras asambleas en las
regiones, ahora lo estamos haciendo al revés, consultándolas por una
decisión ya tomada ke, con ellas, en lugar de sin ellas, debimos tomar.
Ahora sí importa la voz del pueblo, la voz de la Asamblea, por ké
en Bogotá no? Ahora tenemos ke correr, hay ke hacerlo, a corregir el
error. Lo haremos, sin escatimar en el esfuerzo, sin mezkindad, con toda
la voluntad de generar unidad y movimiento, lo debemos hacer entre todas
las estudiantes. Por nuestro compromiso histórico, tenemos ke hacerlo.
Con cariño, p. (el moderador de lxs del Disenso). Noviembre 16 de 2011
Posdata: para ke este ME siga
avanzando debe lograr superar sus batallas internas, subjetivas, ke han de ser
tenidas como vitamina para su fortalecimiento, antes ke como debilidades o intra-atakes.
De esto depende, en gran medida, ke no sucumba ante la más leve embestida
externa. Les invito a revisar el Movimiento de Córdoba-Argentina, son buenas
enseñanzas para atender en estos tiempos en los ke, trankilidad, apenas estamos
creciendo-despertando.