miércoles, 28 de agosto de 2013

ESMAD CRIMINALES E IMPUNES

PARTE I

El rango de colombianos agredidos por el ESMAD de la policía va de 1 de cada 10 a 1 de cada 100 colombianos. La agresión constituye desde una afectación con gases lacrimógenos accionados sin la consideración humanista y técnica, pasando por golpes y fracturas, hasta llegar a asesinatos de distintas formas, CON PERDIGONES, A BALA, A GOLPES... Y todo es orkestado como conspiraciones entre gobiernos y grandes empresarios contra sectores poblacionales ke tienden a ser o son excluídos o marginalizados sociales.

El gobierno, los padres de la patria, ungidos por Minerva, considerarían como solución a la agresión la disminución de la población colombiana, antes ke el desmonte de ese escuadrón antidisturbios ke ha resultado letal. Y sus lógicas, como gobernantes, kedarían intactas: a menor población, menor lesionados, menor los asesinatos cometidos por la fuerza pública.

En los casi 10 años ke lleva de vida (y muerte) este escuadrón se ha visto relacionado con por lo menos 10 asesinatos. Nunca se ha producido una condena, aunke se hayan encontrado méritos para abrir procesos penales contra sus miembros y, a decir verdad, suficientes pruebas como para encontrarlos responsables. Tal como en los casos NIcolás Neira, Oscar Salas (Bogotá) y Johnny Silva, por mencionar los ke mejor conozco.

Creo ke en un país decente, de gobernantes y gobernados decentes, uno sólo de estos casos diera para desvirtuar la razón de la existencia de una fuerza pública así, máxime si el principio por el ke se supone guían su accionar es el de proteger y servir.

En nuestro país, ke talvez no sea indecente, pero por lo vivido no aseguraría ke fuera decente, las cosas son así. Aunke no nos merecemos esta fuerza pública --y ojalá tuviéramos una guerrilla de verdad, en lugar de otra fuerza violenta ilegal con ánimos de volverse legal a punta de intentar anikilar a la legal--, abyectos la padecemos. 

No obstante, parece ke un extremo dolor aderezado de prolongada pena abona las voces contra tales injusticias, contra la impunidad. Una de esas voces la encontramos en la Universidad del Valle con la familia de Johnny SilvaAranguren, asesinado por el ESMAD el 22 de septiembre de 2005...

jueves, 22 de agosto de 2013

APOYAR EL PARO?

Asumo hablar para pensar, a riesgo de pasar por imbécil.

Si las fuerzas estatales bajo el manto constitucional como es el de la preservación del orden público, deciden reventarle la cabeza a campesino u otro manifestante en la vía pública; diseminar--hablo-- puntos de intervención en la vía pública reduciría la posibilidad de impactarle la testa a campesino embejucao alguno.
                      
Por ejemplo--sigo hablando--, si en Univalle saliera un tropel por estos días, la resulta sería una división del riesgo de tusta campesina abierta por golpe armado constitucional. 

Concluyo: Siendo así y sin delirio de mártir, saldría a ofrecer mi corazón. Dicho d otro modo: pa` las ke sean en la calle.


Posdata: 

Oda a mi imbecilidad: con la cabeza vendada tendré tiempo para pensar en lo dicho... y hecho. Imbécil con la cocorota rota.

martes, 13 de agosto de 2013

cali lúcida en bici


Estos días estuve colaborando con mi mamá para lograr poner un punto de venta de arepas; casi en frente del Primitivo Iglesias, puesto de salud en el ke es habitual ke semanalmente lleguen baleados y atropellados en las vías de la Cali lucida, según dicen por estos días esta se lució.

 Pero poco lúcida. A mí me va más expresarme decepticon. Los día de satín para mí, con esta ciudad, más bien fueron pocos; pero fueron lo suficiente, los de mi niñez, hasta el asesinato de mi padre, como para ke no me avasallasen los postreros (días y asesinatos) hasta la fecha. En Cali nos matamos a una rata de 5 asesinatos por día.

Cali ha sido Cali Fritanga, en la ke sus caleños y caleñas --las como las flores, inclusive-- se vienen fritando en sus propias supuraciones colesteroludas y grasientas polisaturadas, desde la asunción del maldito índice conkistador del Moyano en Bellavista. La gran herencia española se mantiene entre la pedantería ke en centros comerciales se traduce en chicanería, y el arribismo por el ke  se pisa al ke está a nuestro lado..
Las fiestas municipales hacen honores a inkisidores y asesinos históricos; será por esto ke en feria los homicidios se incrementan. Vivir en Cali ha sido una supervivencia, un no dejar ke esta ciudad te mate. Todo pasa bajo el decreto gubernamental y la bendición eclesial.

Es en medio de calles así ke, no obstante, propuestas de otra forma de vivir la ciudad, kizás de afrontarla, llegan a generar una cultura ke reinterpreta la alegría caleña; más allá de la orden de ley (o con ella) y del pecado  (o antes), ke imponen tiempos y espacios para respirar, andar, pasar, reír, bailar... para vivir y cómo hacerlo.

Yo no se cómo sea el futuro, pero existen personas ke desde hace varios años lo anticipan; pero no con suertes de astrólogos, sino con sus propias formas de vivir. Me refiero a los distintos parches de bicicletistas (como CICLOAMIGOS) ke asumen el andar en bici por las calles de esta asechante Cali como una forma de vida en el más amplio sentido ke esta palabra pueda abarcar. Vida en el suelo, en el aire, en el agua, vida ke se mueve, ke está, ke pasa, inmanente y trascendente. 

Andar en bici en Cali no deja de ser una travesía temeraria, la violencia del tránsito es un arma ke ha dejado marcada su letalidad en el asfsalto. La disposición de la ciudad, de su infraestructura, gobernantes y muchos ciudadanos, complementan esta amenaza contra los bicicletistas. Es por ello ke el esfuerzo resulta superlativo. 

Así, usar la bici se configura casi como un deber de las personas, por una movilidad sostenible para la vida; para ke Cali sea una ciudad lúcida y tenga motivos de vida por los ke lucirse, así como se lució respaldando la actividad deportiva de los pasados Juegos Mundiales. Ojalá tal ánimo pudiéramos encontrar en la ciudadanía y gobiernos regionales y nacional a la hora de defender las instituciones de servicio social como el Hospital Universitario. Para ke esa tan mentada caleñidad no se supedite a razones de rumba (muy importante), sino ke también se destake por grandes movilizaciones en defensa de la vida en todas sus expresiones. Y asi, finalmente, en lugar de ke mi mamá termine vendiendo arepas a familiares dolientes de víctimas a la entrada de urgencias del Primitivo Iglesias, lo haga  a más personas en bicis ke inundan las calles de una nueva Cali con menos grasas.