miércoles, 27 de febrero de 2013

Cerrada a las 7am. Obreros vs. Patrones: la eterna disputa ke hay ke vivir por Univalle



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    Antes de tomar partido, o antes de prejuzgar, producto de su reactividad (es apenas de esperar  ke usted reaccione) por alguna ofuscación ke le causa encontrarse con la Cafetería Central cerrada, o alguna otra puerta de la Universidad en similares condiciones; le propongo ke indague sobre las causas ke han llevado a Sintraunicol a adoptar tales medidas de presión sobre la Administración universitaria... y de molestia a la comunidad univalluna en general.
   
    No conoce la historia, desde ke el patrón es patrón y el obrero obrero, una concesión del primero hacia el segundo. No. Lo ke tal ha sido registrado en esta historia no es sino ya un resultado de lucha obrero-populares, o ya un cálculo ventajista o cuentagotas patronales evitacional del colapso del statu quo ante las condiciones esclavizantes, enajenantes, tiempo-modernizantes—pro-Tiempos Modernos, de Charles Chaplin—, aborregantes, cosificantes, deshumanizantes a las ke el primero condena al segundo, con agencia de la estructura psico-socio-economica-etc.-estatal.
   
    Así, por principio general, toda reivindicación laboral es adecuada en tanto justiciera respecto a la historia patrón-obrero.

    Subo el tono: ninguna relación patrón-obrero es justa. Tal esta sentencia hace parte de la declaración de principio en una economía de mercado y, además, emana de la praxis de esa relación dentro del sistema de producción más conocido por la humanidad: el ke terca y/o abyectamente padecemos y, por las barbas de Marx, al ke perpetuamos con nuestras prácticas consumistas-competetivistas actuales y con proyectos y deseos a futuro consumistas-competitivistas.
   
    Indáguese, pues, por las causas presentes en este creciente—a conflicto— problema entre la Admón. univalluna y Sintraunicol: negación del reconocimiento de la igualdad entre obreros (la distinción entre ``antiguos`` y ``nuevos´´ no solo resulta odiosa, sino arbitraria en razón de condiciones laborales justas); desconocimiento o embolate del derecho a negociar de los empleados públicos; preferencia a la contratación de prestación de servicios antes ke proveer los cargos apropiados a las funciones de continuidad y permanencia; desmejoramiento—o no actualización— de las condiciones laborales y remunerativas por parte de la Admón. universitaria.
   
    En este último punto, enunciado akí en forma ramplona, se fundamenta buena parte del argumento de las protestas sindicalistas actuales en Univalle—ke, creo, estaban tardando—. Ante esto es oportuno atender, además de las ya señaladas, las condiciones de contexto amplio en las cuales se gesta la actitud desdeñosa de la comisión negociadora administrativa universitaria delante de la parte negociadora sindicalista. Entre otras cosas, akella se muestra reticente a entablar una negociación honesta (ke pudiera darse win-win [1], de contar con la disposición administrativa), pues ello equivaldría, por principio político gubernamental, a rehusar la política estatal en el sentido de pauperización o garagización de la Universidad Pública Colombiana, de la que la  tercerización [2] laboral es apenas una de las estrategias para el cuaje de tal política. A esta antisocial política obedece no sólo el tipo de conducta exhibida por la Admón. universitaria; también el intento de Reforma a la ley 30 y las medidas de contexto (leyes y reformas de estas o intentonas, en materia presupuestal, impositiva, de seguridad social) para la inoculación del virus TLC; por mencionar apenas algunos escenarios ke constituyen el carácter sistémico de lo antisocial de las medidas estatales.
   
    En otras palabras, asistimos a la refrendación, una vez más, del espíritu (neo) corporativista [3] dirigente, esta vez en la re-edición santista ke, a diferencia de la versión uribista, tiene más acento en la forma empresarial de propiedad, antes ke la rural[4]. De tal espíritu, no es miembro coherente con el cuerpo ke lo manifiesta, una concepción de Universidad pública fundamentada en la demanda social, opuesta a la demanda acumulativa de ganancias del empresario.

    Ante esta situación, es imperioso ke la comunidad académica aporte su mirada crítica reflexiva, allende, en lo posible, los condicionantes estructurales a los ke se ven sujetos los individuos (profesores, estudiantes y otros) y lejos del reaccionismo precursado por la molestia propia de estas contingencias de la brega patrón-obrero, de tal actitud crítica también depende en buena parte una Universidad abierta, de compromiso social (antes ke empresarial exclusivo). De lo contrario, prefiero encontrármela cerrada a las 7am.

    Reconociendo la historia ke han forjado los obreros de la Universidad del Valle en defensa de esta como patrimonio de la ciudadanía, especialmente del Valle, dentro de lo cual sus demandas son apenas justas y una consecuencia lógica del desconocimiento y la arbitrariedad sistemática administrativa-gubernamental;  la conclusión determinante de nuestra conducta como estudiantes apuntaría, entonces, a la comprensión y respaldo a los obreros univallunos, ke, en último término, no es distinto del respaldo a nuestros propios intereses por una Universidad grande, crítica y tirante de nuestra felicidad[5]. p.

Posdata: a lectores suspicaces: no les kepa asomo de duda, me vendí por un plato de frijoles de olla comunitaria obrera.




1.        Un paradigma de resolución de conflictos estipula la posibilidad de lograr el mejor resultado en medio de un conflicto, en esta concepción ambas partes obtienen beneficios ke les dejan la sensación de haber ganado con la negociación.
2.         La subcontratación mediante las cooperativas de trabajo, la contratación por cortos periodos (3, 2, meses o menos, por contratación de servicios), la expansión de estos tipos de contratación, en detrimento de la vinculación directa con el cubrimiento de seguridad social, etc., apuntan a la inestabilidad laboral ke en tiempos de Uribe se promovió como flexibilidad laboral-eufemismo con el ke se encubrió las ventajas otorgadas al patrono so pretexto de disminución del desempleo-, etc.; todo esto define la tercerización del trabajo.
3.        El corporativismo como una ideología política ke concibe el funcionamiento del estado-nación como un cuerpo: organización de miembros ke funcionan coordinamente a partir de un ente director hacia una meta ke se presupone común, pero determinada inconsultamente por tal ente; este resulta, en la práctica, en élites dirigentes detentoras del poder. No obstante, llegan a lograr el respaldo popular. El nacismo fue, por ejemplo, una expresión del corporativismo.
4.        Entre las élites, en algunos momentos, durante algunos gobiernos o lapsos de estos, o por épocas, se presentan diferencias más bien relacionadas con las pretensiones de poder y con las formas de propiedad ke se interrelacionan con tales aspiraciones.
5.        Me encanta cuando el economista-socialista—asì le digo Macneef destaca, en lugar de progreso, desarrollo o crecimiento, la variable felicidad como determinante del verdadero bienestar de las personas.