miércoles, 27 de noviembre de 2013

Dios mío, en tus manos colocamos esta rejita ke ya cayó y el murote ke viene. Recrónica: una reja vuelta a caer


Justifico el encabezado. El cura-párraco jesuita ke presentaba por tv en los 80 y parte de los 90 "el Minuto de Dios", despedía su emisión con esta sentencia: "Dios mío--decía el curita--en tus manos colocamos el día ke ya pasó y la noche ke llega" (aún hoy se repite la frase por otro cura-presentador). A modo de mofa y crítica a la Iglesia y al propio cura, por sus muy evidentes plegarias pagadas por narcos con exuberantes "limosnas", algunos generadores de opinión hicieron también sus paráfrasis: "Dios mío, en tus manos colocamos el kilito ke ya pasó y la tonelada ke va". La pólvora de artificio alumbraba al Altísimo en el cielo, en los 80 de Pablo, en Medallo, sonaba y destellaba casi todo el año: una vez por cada cargamento coronado en la USA.

¿Y ké tiene ke ver el pecado del padre Rafael García Herreros o un episodio de la historia  reciente de Colombia con  ke el ESMAD  de la policía haya vuelto a derribar una reja en Univallle? Pues nada. Excepto por las plegarias que univallunos debamos elevar hasta niansesabe ké alturas, más arriba ke los voladores de artifico de Pablo, para ke la oficina de Planeación (o kien sea responsable del asunto) comprenda ke esa reja ahí no va. 

No va porke a pesar del mundo perfecto de las alturas administrativas de Univalle, en la Univalle terrenal y mundana existen confrontaciones entre los de adentro y estos y algunos de afuera, de tal suerte ke una reja, por mucho ke proteja a los de adentro, o restrinja a los de afuera (o viceversa) no va por insuficiente.

Se necesita, para ke sea suficiente, un muro, uno alto, puado y con zona de "NO PASE",de ser posible más allá de la inteligencia aire-acondicionada oficinista desde la ke se planea administrativamente el campus y las reglas de Univalle.

Kede claro: el muro no será para acabar con la jodita de los tropeles en la Pasoancho, cuando mucho para trasladarlos a la 16, por salida Corelca. Mejor dicho, de ser una ladilla en Unicentro, seremos una embolia para Cocacola, Aventura Plaza y Jumbo.

El negocio está planteado. Así como en su tiempo lo fuera la calle 5a (conocida como Panamericana, en ese entonces), de la histórica Pasoancho, donde vimos caer compañeros y matamos tombos (no podemos perder de vista ke como univallunos somos por lo menos un veinticinco milésimo de asesino de policías, hasta tanto persista impunidad en esos casos), pasaremos a la cuasi-virgen calle 16 (en esta también se han dado conatos de tropel u otros). Unos perderán (Cocacola, etc., anacrónicos-antañeros tropeleros) otros ganarán (Unicentro y no se kién más. Ah, bueno, el planificador del campus).

Sin embargo, por toda otra consideración, respetable, tanto como las akí esbozadas (inclusive la del planificador-planeador administrativo en las nubes), lo primero ke en nombre de nuestra dignidad y libertad, a la puesta de ese muro (ke posiblemente sólo esté en mi paranoia... ¡aterrizada!), nos convoke, sea su derribamiento, con nuestras propias manos, en comunidad, como un gesto de rechazo al enclaustramiento de nuestra Universidad del Valle. 

Ningún muro es solución, es imposición y represión... tanto como la reja vuelta a caer y ke, tercamente, algún tarado planificador volvió a recomendar fuera izada... Kizás mientras nos llega el muro ke viene como su "solución", apenas en su mente. ¡Ay Dios!

Posdata:

Recuerdo el posdata en un artículo previo de este blog (sept. 07. 2013) referido a la bendita reja: "(...) aunque duró poco, cayó parada,  sin dar ni un paso atrás y de frente a una marrana blindada del Esmad. ¿Será ke la vuelven a poner —a la reja, no a la marrana—?"

Y ahora, repito akél posdata, ké más da: ¿SERÁ KE VUELVEN A PONER LA bendita REJA?