No me gustan los
homenajes ke los desafortunados vivos hacemos a los menos desafortunados
muertos. En general, no me gusta ningún tipo d homenaje.
Nos hemos distanciado
de tal modo de nuestro deber como personas, amar a otras personas, que cuando
alguien nos llega a amar como nos ama Antonieta, nos invade la necesidad de
persojanización.
Pero Antonieta no fue
un personaje. Fue poeta. Fue solidaria. Fue hermana. Fue tía. Fue abuela. Fue
cocinera. Fue cantante. Fue teatrera. Fue cinéfila. Fue caminante. Fue
libertaria. Fue libre. Fue víctima y se rehusó a serlo. Fue amante de la
libertad y la rebeldía, porke kien no sea rebelde es cómplice del carcelero o
es el carcelero. Fue compañera… No fue un personaje, fue tan solo una persona haciendo
lo ke debía: amar a las personas. ¿Por kè el homenaje?
Con todo el fervor,
rechazo todo y cualquier tipo de homenaje, me sumo a ella, para ella. Lo
rechazo hasta tanto no cumplamos como ella, con nuestro deber: amarnos.
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