Entre MANEipulaciones y santismo. Volveremos a marchar

II

(Continúa)

Varias razones se presentan para la realizaciòn de una manifestaciòn pùblica de protesta; para mì la màs fuerte tiene ke ver con la tradiciòn. El UNO de MAYO es el ejemplo altisonante de esa tradiciòn. Personalmente he atestiguado el aburrimiento. De no ser por algunos vidrios rotos, dirìa ke esa tradiciòn es totalmente aburrida. Aunke en las ùltimas 3 o 4 ediciones los cristales en crash empiezan a cerrar el cìrculo vicioso d cada año: marchar, romper vidrios, algunos contusos, uno ke otro apresado ke màs tarde serà liberado por los incansables gestores d DDHH, todo con el trasfondo de las inalterables prehistòricas consignas de "lucha";  se barren los vidrios, la oficina bancaria estrena cristalerìa, sigue generando hambre y pobreza, ni tanta, ni tan poca ke sus "ahorradores", los màs trabajadores, no conserven la energìa para generarle ganancias al bankero, la suficiente ke alcanza hasta para volver a marchar el pròximo año en UNO de MAYO.

Y del aburrimiento a la retractaciòn: me desdigo si alguna vez dije: el pueblo unido, jamàs serà vencido. La palabra mancillada, se necesita demasiado cinismo para sostener semejante consigna, luego de tantos años de marchar y de abusados. Luego de tantos años de vencidos, vencidos, ergo desunidos. Mi consigna, asì, realista, es: el pueblo vencido jamàs se ha unido.

Por refutarme: "compañero Papas, de no ser por las 'justas luchas' del pueblo, no imaginamos adonde nos tendrìa arrinconado el furor explotador neolibeal". Por responderme y fortalecer mi consigna: tolerancia repesiva: el sistema crea las condicones de explotaciòn, en paralelo, surgen-crea, las medidas de escape: promesas, reducciòn en horas de laburo, promesas de acensos, reformas tributarias, promesas de futuro en la vejez: pensiòn para vivr de anciano lo ke de joven no pudo por estar laborando, o protestando, etc.

Los trabajadores, especialmente los sindicalizados, en general--generalizo poke me es dificil particularizar, de hecho las particularidades son execrables: Lucho Garzòn, Angelino Garzòn, Alex Lòpez, Hernando Hernàndez...los trabajadores, decìa, han perdido el sentido de la organizaciòn, aunke estèn bien organizados. No conozco un sindicato ke no use el plus (incentivos individualizantes: permisos laborales, crèditos de cooperativa como motivante para sus sindicalizados, etc.) como motivaciòn para sus sindicalizados y nuevos asociados. Y ni kè decir del sentido de la lucha. Sus reivindicaciones no van màs allà del reajuste salarial y otras del mismo tenor; cuando lo ke regreserìa el honor a la memoria de lxs masacradxs de Chicago y a ellos mismos como clase trabajadora, serìa la aboliciòn de los salarios, por ejemplo. El sindicalismo, verdad de perogrullo, no es màs, hoy por hoy , en Colombia, ke una necesaria plataforma politikera para el avance individualista de pretendidos lìderes de pacotilla, lìderes de la masa ke usufructúan la esperanza de condiciones de vida digna de las personas ke se asocian. Pero este es apenas un ejemplo, ke no ilustra, pero es asidero de mi percepciòn y desencanto.  Un sindicalista es, en tèrminos generales, un asalariado ke pasa de tener un patròn, el dueño de la empresa o jefe de la misma, a tener dos, el anterior y el presidente de la junta directiva sindical.

Llego al punto, la masa es la fuerza instrumentalizada del individualismo egòlatra demagogo de akellos aspirantes a, còmo decirlo ofensivo, a incrementos salariales particulares. De paso, hay ke decirlo, el prestigio es el otro motor del pecado favorito de Al Paccino en Abogado del Diablo: la vanidad. No en vano el mejo perfil y el photo shop sobre las imágenes de los candidatos; imaginen una publicidad del candidato-obrero en plena borrachera, casual, o recièn levantado con el guayabo entre sienes.

Lo mismo versa para los perfilados estudiantiles, lo ke el trabajador, o mejor decir, asalariado, tiene por instrumento ascencionista, el perfilado estudiantil lo tiene por y para igual fin: el discurso demagógico. Hago hincapiè en la categorìa asalariado, no porke crea ke es la especificidad ke define al trabajador, hay kienes trabajan sin salario, no directamente por dinero; sino ke el salario, o mejor dicho, la aboliciòn del mismo, es probablemente el principal motor ke se esperarìa guiara sus reivindicaciones. Al contrario, es el principal respaldo al mantenimiento del statuo quo laboral explotacionista, al empresario esclavista (hay ke diferenciar, eso sì, esclavitud negrera de esclavitud indiscriminada moderna) y a toda la consecuente injusticia social ke de la tan verbi-mentada lucha de clases, hoy reducida a la "dialèctica" ganacia-salario, se deriva.

El punto al ke lleguè sirve para extrapolar las condiciones propias de la masa trabajadora a la masa estudiantil, sin ke en la transducciòn se pierda el sentido de las reales motivaciones de las autoproclamadas vanguardias estudiantiles. Aclaro, es vangurdia autoproclamada akella voz individual ke habla en pronombres plurales o sustantivos colectivos como: "lo ke Colombia necesita...", "los estudiantes exigimos...", "el pueblo espera de los estudiantes...", etc. Y ke obra segùn su ego masificado: hace lo ke a bien cree en nombre de y "por" el colectivo.

Para esta vanguardia la imposibilidad fàctica de contar con el criterio de cada una de las personas adscritas oficialmente, de facto o por condiciòn ordinaria o natural a un determinado grupo u organización o colectivo: organizaciòn estudiantil, gremio, naciòn, pueblo, etc.;  significa la necesaria y sufficiente justificaciòn para ahorrar esfuezos en la masificaciòn intelectual de las propuestas y decisiones ke involucran e interesan a tales formas de recolecciòn de individuos. La desindividualizaciòn de la masa trae consigo el màximo riesgo desatendido regularmente por los cacicazgos o lideruchos: la ignorancia y agencia de esta sobre la poblaciòn agregada en masa; esto es lo ke entiendo como masa informe o deforme. En el primer caso, no se cuenta con  conocimiento de causa, en el segundo se entienden distintas cosas para una sola causa.

Hasta santistas pudieron resultar involucrados en las protestas contra la ley 30 y su reforma. Otro ejemplo de deformidad pudo suscitarse con  el respaldo al hundimiento a la reforma a la justicia, cuando el uribismo oportunista gritò: "constituyente". Imaginad, estudiantes y uribistas, juntos, en una manifestaciòn pùblica de protesta, las causas serìan bien distintas, asì incluso los enunciados y hasta las consignas llegaran a ser similares o idènticas. No, ni el eslogan-ismo nos puede hacer perder de nuestra radicalidad como estudiantes, por ejemplo: la paz una sòla bandera (aunke màs bien se ha postrado como una bandera sola ke tal parece por estos dìas deciden acompañar kienes màs olvidada la tienen), suena lindo, pero es incierto, muchas son las condicones ke tendrìan ke surtirse, tanto como el caudal de perdones, reparaciones y justicias y memorias, para ke al izar el tricolor saludemos el mismo estandarte.

La inteligizaciòn de las manifestaciones masivas pasa por una condiciòn siempre postergable en las pràcticas vanguardistas: la radicalizaciòn de las demandas. Radicalismo no es terkedad, es la exposiciòn de los criteos fundantes de la personalidad del sujeto senti-pensante-actuante.  No se posterga lo ke se es. Lo contrario es hipocresìa, en el àmbito imberocmil, indescifrable, invisible por mì, de lo privado ("contra" lo pùblico). O es demagogia, en la esfera de lo pùblico ("contra" lo privado) discursivo.    

Asì avanza hoy por hoy la masa estudiantil, lo ke keda de ella como masa marchante, al càntico de las sirenas de MANE. Si bien en un principo el esfuerzo apuntaba a la inteligizaciòn ke lograra la marcha masiva inteligente del pueblo colombiano; el desistir implicò, como consecuencia esperada y lògica (social) la disperciòn, en la ke me cuento como individuo antes marchante y masivo, màs o menos inteligente, es decir difenciado y con algùn conocimiento de por kè marchar; de una cantidad de personas, lo ke irreductiblemente implicò un desfortalecimiento del gigante estudiantil en las calles d fin d año 2011.

Asì es, nos dispersamos, sin necesidad de ke la tropa interviniera. Hoy nos dicen ke el conejo de Santos, yo digo, el conejo de Santos somos , fuimos, en MANE, nosotrxs mismxs tras una zanahoa podrda: la palabra gubernamental.

A pesar de todo se mantiene el reto, la lucha por el conocimiento (tengo reservas con el tèrmino "educaciòn", pues este me invoca amoldamiento a preconcepciones regularmente ajenas a eso ke se conoce como la realizaciòn humana), como instrumento para la libeaciòn,. Sobre para liberatnos de eskemas y paradigmas subyugantes, asalariadistas, ascencionistas.

El reto, digo, en el sentido no tanto de còmo ganarle la pelea a Santos, pues ese triunfo, como algo circunstancial (todo gobierno es una circunstancia ke expesa nuestro cùmulo de frustraciones y fracasos como pueblo "unido", y en la ke akèl se aprovecha de la desventura d èste, es decir: le promete) es, espero sea, obvia consecuencia de ganarnos la pelea contra nuestras viejas, tanto como las consignas vacìas d UNO d MAYO, aspiraciones tan históricamente bien educadas.