domingo, 19 de enero de 2014

La productividad de la violencia en la construcción de Universidad

Cuando en medio de una comunidad las personas se van a los golpes, no basta el recetario discursivo de "oposición rotunda a todas las formas de violencia..." No, si de persistir en la construcción de comunidad se trata. Es necesario optar por una canalización de la violencia sin pretender extirparla.


   Casi al último viernes de diciembre ke estuvo abierta la universidad, se suscitó una situación bastante delicada ke degeneró en confrontación física y violenta entre personal de la vigilancia de un lado y, presuntamente, estudiantes o visitantes del otro.

   La diferencia se presenta en torno a la intención de kedarse a pernoctar de los presuntos y la oposición a esta por parte del cuerpo de seguridad universitaria. Insisto en el término "presuntos" porke desconozco kiénes fueron los involucrados de este lado.

   Pero no me centraré en ké provocó el exabrupto. Pienso ke es más producente, en el sentido de construcción d comunidad, por el ke de antaño vengo insistiendo, reflexionar sobre el trámite de nuestras diferencias en nuestro contexto univalluno.
 
   En principio, siempre he creido cuestionable aquella pretensiòn, loable por demàs, de injustificabilidad de la violencia. El Estado, por ejemplo, se abroga el derecho exclusivo de empleo de esta, bajo el imperio de la legalidad; la sociedad, los ciudadanos y la persona inerme en su individualidad, en la vida cotidiana, suelen ser fiel rèplica de tal institucionalidad aupada, deliberadamente o no, desde el Estado mismo. Akì encuentro una fuerte, no la única, motivaciòn, entonces, de oposiciòn a la adopciòn de la violencia como derrotero principal para nuestra conducta personal, colectiva, universitaria, ciudadana, social. Oponerse a la remisiòn violenta, tal parece, es, en suma, una oposiciòn certera a una fuente muy importante de violencia como son akellas formas deplorables estatales. No entraré a hacer una lista discriminada sobre cuàles formas estatales actuales son deseables (pocas, de haberlas) y cuàles no, en la forja de comunidad, nación, pueblo, etc., y más: de fraternidad, paz, solidaridad, amor.

   Ahora bien, al poner la duda sobre la pretensión de injustificabilidad del uso de la violencia como cuota expedita para resolver conflictos, entraño la posibilidad de que en cierto contexto, circunstancial, de situaciones específicas y con ciertas condiciones prácticas, la violencia se estime como salida o medida conducente hacia la resolución de ciertas diferencias ke se presentan insolubles en el disolvente de la palabra alternada entre las partes confrontadas.

   Con lo anterior intento sugerir un marco conceptual para la cuestión específica a propósito del enfrentamiento entre las personas de (o en) nuestra comunidad univalluna. Esa cuestiòn principal ke debería conducirnos al acto de clausura de la violencia, al menos y como primera medida, física, como "propia" del tràmite de nuestras diferencias en nuestra comunidad universitaria (y en cualkier otro entorno social), no es otra ke la de meditar sobre: ¿FUE LA MEJOR OPCIÓN? ¿Es la violencia una opción? La pregunta es tan pertinente ke lo primero ke hace un sujeto violento (por su acto circunstancial, no refiero una esencia de alguien en este sentido) es justificarse y justificar ante su comunidad, o trata de hacerlo, regularmente en pretérito, el uso de la violencia de la ke ha hecho víctima a sí mismo y a alguien más: "yo reaccioné así porke él me pegó primero.."

   Si bien es cierto ke hay mentalidades-intenciones individuales, grupales ke inscriben en la piedra (espero ke sea caliza) de sus corazones el uso de la violencia contra otros, opuestos a sus objetivos e intereses, resultando destructivas; también lo es que el desdeñarla ante cualkiera y toda situación, al decir desde una mentalidad-intención de corazón de peluche-kiut, regularmente resulta en un burbujeo cristalizado en el ke tal esta ùltima mentalidad se realiza o desea hacerlo sin aportar nada constructivo, antes bien resulta connivente con las posibles injusticias. La realidad no es ni piedra toda, ni de peluche toda.

   Así pues, tanto la remisiòn como la desvirtuación per se de la violencia resulta contraproducente a la construcción de comunidad. En el primer sentido porke evita el reconcimiento, entendimeinto y encuentro con el otro (con el ke se supone la construcción también), en el segundo sentido, porke presupone una totalidad idílica en la ke las condiciones de diferencias enfrentadas específicas no se diferencian, ni por contextos sociales, culturales, històricos, de inclinaciones personales, prácticos, etc.

   Los tiempos de violencia y diálogo suelen ser distintos. Nadie necesita un dechado de razón para lanzar el primer golpe y, mucho menos, "estar en lo cierto". Kién puede sugerir un diálogo inteligente en medio de una pelea de borrachos o drogos, o casi lo mismo al tenor de sus intenciones de hacer daño, en el tronar de explosiones y balas de una batalla. El diàlogo y la violencia (física, no trato de las otras por el momento) tienen sus propios momentos y condicionamientos físicos ke les hace excluyentes mutua y simultáneamente.

   Pues bien, entrados en madrazos, nuestros protagonistas del desencuentro en la Universidad del Valle, según algunos de sus actores lo refirieron, no se ahorraron en tortazos. Hasta hubo kienes siempre se han preciado, y así se les ha reconocido, como dialògicos, concertativos, fraternos; que terminaron por acoger los puños con su mejilla y pusieron la otra... de otro,morada, devolviendo los puñetazos. También armas (no se de ké tipo) se esgrimieron. El resultado fue tremendo, algunas personas se fueron de hospitalización. Y los odios, así, han sido inseminados, y hasta ke no se resuelva todo esto por las vías del diálogo y la asunción de las responsabilidades individuales por las ofensas y daños causados, la secuoya de la violencia, si me dispensan la analogía, promete desplazar toda otra semilla de nuestro campus. El àrbol del odio crece sòlo solo. (A pesar de lo ke diga la RAE es necesario mantener la tilde diacrìtica en estas palabras).

   Ad portas, pues, estaríamos de una Universidad de los Solos, lo ke de suyo es una contradicción, y en los términos, e insostenible como proyecto universitario-social. (¡Aunke la bolognización de la Universidad apunta en este sentido!)

   No obstante la anti-mezcla del diálogo y la violencia (física o directa), Sí es posible juntarlas en un mismo escenario y al mismo tiempo. De hecho nuestra realidad social està permeada por una institucinalización de la violencia sin caer en la ilegalidad, distinta a la propia de las formas estatales represivas y por demàs constrictivas del desarrollo de nuestra personalidad. No me meto en la infértil, para mi porpósito, discusión de si por naturaleza el ser humano es tal o cual otra cosa. Me kedo en el deleite ke algunos sentimos, a pesar de nuestra racionalidad (o kizàs por ella) del acto violento en carne propia o como espectador: toreo, futbol, rugby, boxeo..., pero también: ajedréz (jake mate: reducción de la violencia física a la representación de la misma por el inteligente artilugio de fichitas racistas) y etc. Y estos por poner algunos ejemplos modernos. Lo cierto es ke nuestra historia como especie humana està atravesada por el recurso a la violencia, ya como cuota ecológica (Malthus, Xitler, según alguna estirpe del pensamiento economicista), ya como choke de civilizaciones (Huntington), o ya como conservación interna de las sociedades y culturas (Girard). Por todos es bien conocidos las violencias rituales en las ke se congregaban miembros de una comunidad en actos ceremoniales en torno a una ofrenda sacrificial humana en honor a una deidad determinada.
 
   Nuestra violencia ha "progresado", tanto en su consideraciòn epistemològica, o en su razòn de ser, para ké usarla, cuándo sí o cuándo no, como en su recurso tecnológico. En este sentido tal desarrollo (no se cuán progresista) implicó una reticencia al uso de la misma: la guerra hoy por hoy, gracias al desarrollo tecnológico, entraña una devastación incomparable con la edad de bronce, o la primera y la segunda conflagraciones mundiales, por mencionar algunos referentes de "progreso".

   Así las cosas, cierro con una propuesta ke ya ha sido puesta en escena, en nuestra propia Universidad del Valle. Ante la imposibilidad y contraproducencia de la extirpación de la violencia directa de nuestra cotidianidad y su necesaria imbricación en la construcción de comunidad, es de considerar la posibilidad de canalizarla hacia su realización controlada y con la opción de participación activa o pasiva de las personas en comunidad, sin las consecuencias ingratas ke, dicho sea de paso, nos suelen traer los ritos de los tropeles u otro tipo de seudo-actos (ke no sean más ke eso) bélicos, por ejemplo. Esto es, reglada, una violencia acordada por las partes en confrontación o a confrontar, antes ke proto-reglas aleatorias emergentes en la praxis en caliente de la confrontación, con consecuencias, inclusive, fraticidas. Esto no es un descollo de originalidad, lo original será ponerlo en práctica nuevamente. La propuesta es la del RING. Esta se realizó hace un par de años y hace un año, contando con el respaldo y participación de distintas fuerzas vivas de la universidad. Consistió en la instalación de un ring de boxeo con reglas prestablecidas y previamente acordadas por las partes y un grupo de árbitros garante. Pero para ello se necesita honor y respeto, tanto por las reglas ke se pacten como por sus participantes. Una vez cansados y sin anikilarse mutuamente, las partes invocaron el diálogo como continuacióin del trámite de sus diferencias, no hasta desaparecerlas, sino hasta valorarlas como vitales para la edificación de una comunidad.

   La verdad sentida es ke muchas veces keremos agredir algo o a alguien; empezar a mediar un acuerdo de confrontación, incluso violento, puede ser un paso hacia el aprecio de akello ke vemos tan distinto y ajeno a nosotros, sin homogeneizarlo. Así, muy probablemente, rescatemos el sentido de una Universidad llena de colores y valiosas diferencias.


6 comentarios:

  1. tanto pa proponer ese Ring?... cada vez te volvés más aburrido y "sistemático" escribiendo... me aguanto más las "K" en medio de tu mierda de escritura!

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  2. Ves còmo se siente bien canalizar con palabras los resentimientos. Y si no t basta, t reto en el Ring, prometo no defenderme, a lo mejor tus puños sì propongan algo.

    Otros lectores (doctos, ellos) advierten ke se nota el "progreso" en la escritura... Pero yo estoy màs de acuerdo con Vos, respecto a lo de esta mierda de escritura. Ahì voy.
    Un abrazo.

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  3. cada vez te volvés más aburrido y "sistemático" escribiendo...
    cada vez te volvés más aburrido y "sistemático" escribiendo...
    cada vez te volvés más aburrido y "sistemático" escribiendo...
    cada vez te volvés más aburrido y "sistemático" escribiendo...
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  4. Hay mucho baboso cagado que no hace nada, que es picado a loco bajo la seguridad que a su cobardia le brinda el anonimato. Jeje, como yo y eso otro ano-nimo. Sali al ring imbecil o almenos deci algo u ofende con estilo. Mierda la que se nota en tu cabeza.

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  5. Reitero...

    cada vez te volvés más aburrido y "sistemático" escribiendo...
    cada vez te volvés más aburrido y "sistemático" escribiendo...
    cada vez te volvés más aburrido y "sistemático" escribiendo...
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  6. Reitero...
    Hay mucho baboso cagado que no hace nada, que es picado a loco bajo la seguridad que a su cobardia le brinda el anonimato. Jeje, como yo y eso otro ano-nimo. Sali al ring imbecil o almenos deci algo u ofende con estilo. Mierda la que se nota en tu cabeza.

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diga l0 k se le ant0je & c0m0 kiera